Cada vez que tus manos
rozan otro cuerpo humano,
no olvides que Dios te dio la ciencia,
el saber, esa especial paciencia ,tu intelecto,
ese dominio ,la experiencia.
Él tu mente creó y te otorgó el don de ser Cirujano.
Como un ángel casi, con alas de amor,
como artista cincelando con el bisturí nueva vida
y junto al Creador das a otros una vida mejor.
Y procuras con celo esa vida salvar.
Fíjate que repito tres veces esa expresión:”VIDA”
porque fluye más sangre en un corazón
que bombea jubiloso como en resurrección.
Todo un equipo junto a vos hacen posible la maravilla
de que vuelva a dar frutos la preciada semilla.
¡Gracias a tu excelencia, a tu dedicación, a tu amor!
¡Y al amor de Dios!
Elsa Tébere de Ferraro (Esposa de Oscar L. Ferraro)