En la posible burbuja de ese día, cuando el tornasol se adueñe de tus ojos, volverás a la niñez perdida teñida de sorpresas y sonrojos.
Treparás a la silla alta de los sueños y en la voz de ese tiempo transcurrido sentirás que se acorta la distancia y encontrarás tus juegos , tus amigos.
Una ronda cantada alegremente sobre el sol de esa cálida vereda, llenará los espacios de tu mente
Y en el posible viaje hacia el pasado volverá la niña en la rayuela a buscar el cielo,allí olvidado.
Loba hambrienta, la circunstancia, mordiéndole el talón al tiempo. Las agujas del reloj patalean, resbalan y ella está agazapada en cada minúsculo detalle del momento. Recién sonrisa, carcajada, luego tumulto, sangre, horror y lágrimas. Recién estabas en mi casa, ahora ni huellas de tu aliento. Ayer el cumpleaños,los bonetes, luego una flor sobre tus sueños. La circunstancia ,en cada hombre, en cada ser, puertas abriendo, poniendo trabas. Movediza,incansable, despliega su encanto y la desgracia. Asombra,encoge almas, subyuga,baila entre las baldosas mojadas que tú pisas; por la boca del viento cuando arrasa. Se mete en el mar lo desborda y mata. Mas a Rómulo y Remo amamanta. Por tu oído va en susurros que te atrapan y en medio de ella ,sólo tu piel y la batalla.
Porque somos hermanas y la sangre es la misma, recorriendo las venas agitando los sueños, compartiendo las penas. Porque del mismo vientre fuimos ambas paridas y desde nuestros padres se hizo flor la semilla. Aunque haya tropiezos y lastime la herida y palabras hirientes por mi boca vertidas hayan hecho su mella en tu alma sensitiva... pongo toda mi pena como alfombra tendida a tu paso aún joven que atraviesa la vida, y te pido disculpas por mi forma excesiva que salta cual resorte y fluye sin medida cuando duele en el pecho la presencia perdida. Y si es cierto que entiendo verdaderas razones , y dice mi intelecto: que exagero a montones, todo fue por quererte y amar mucho a mi hombre...