Anécdotas sobre la presentación de mi libro

¡Hola queridos amigos del Café literario!
Les cuento algo que me pasó en la 2da. presentación que hice de mi libro:¡CRUZA EL PUENTE!
Este libro,reúne entre otros,textos y poemas de humor que hube publicado en PL y que muchos de Uds. leyeron.
En la tapa hay una caricatura que hizo nuestra querida y común amiga poeta Loret en base a una foto donde estoy en El Puente de la mujer en Puerto Madero Bs. As. Esta foto-que está en la contratapa del libro- fue tomada por una excelente fotógrafa:Marta Domenech(que conocí a través de la Revista La Liturgia Cotidiana el día que presenté mi libroi anterior).No imaginaba en ese entonces ,cuando quise cruzar el puente y no podía porque mis tacos aguja se quedaban clavados entre las hendijas de las maderas,que esa foto iba a estar en mi libro y que a la vez iba a dar origen a su título y a un poema que escribí en relación a esta idea:.¿Cómo se le ocurría al autor del Puente de la mujer,hacer un puente donde una mujer no pueda cruzarlo con tacos?.
Bueno,presenté este libro por 1era vez el pasado 12 de junio en La Editorial San Pablo Bs. As y luego,este 17 de junio en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia.
Hubo mucha asistencia de público y se rieron a carcajadas con mis "locas ocurrencias",tal como Loret lo aconseja en el prólogo que me hizo.Pero al final : un broche de oro...Lucía yo unos tacos altísimos,de unos zapatos recién estrenados, pronto siento como que de mi pie derecho desaparece el piso...¿Qué sucede ?-me pregunté- y... ¡Dios mío!¡Se me había salido el taco!.Como estábamos en tren de risas y diversión ,le digo al público ,mostrándole mi pie descalzo y el zapato en la mano.¡Chicos...¿y ahora qué hago?.Un señor me dijo: ¡Descálcese! y venga,que le tomo una foto con los zapatos en la mano,será el broche de oro para esta presentación de su libro,porque la misma termina tal cual está Ud. en la tapa.¿No fue genial?
Pero ...eso sí,ahora estoy con una gran congestión porque al salir del edificio donde presenté mi libro: El Centro Cultural Bernardino Rivadavia,estaba todo el piso mojado por la lluvia y tuve que ir descalza hasta nuestro auto,humedeciéndome por supuesto los pies.¡Claro,ya mi esposo no me podía alzar en sus brazos como el díoa que nos casamos y yo pesaba 42 kilos!,además él, entonces era un joven fortachón.
¡Todo comenzó por cruzar ese puente! Ah no,todo empezó en PL.
BESITOS A TODOS! ¡LOS AMO!¡Y GRACIAS POR LOS SALUDOS!!