Esta vez la cápsula hacía el recorrido inverso,
ya no hacia el cielo,
iba al corazón de la tierra
donde treinta y tres corazones latían
acompasados , con el mismo temor
pero la misma esperanza.
Como un capullo que encierra vida
así la cápsula –capullo, va y viene
rescatando de la oscuridad,
llevando hacia la luz.
La madre tierra
está pariendo.
¡Y el mundo se alboroza!
Elsa Tébere
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QUE HERMOSO POEMA DEDICADO A LOS MINEROS Y A LA TIERRA QUE LOS PARÍO, VERSO A VERSO UNA ESPERANZA LLENA DE ALEGRIA EN LA VIDA QUE SE RECUPERÓ TE MANDO BESOS Y ABRAZOS AMIGA LINDA.
ResponderEliminarTE HE PUESTO UN COMENTARIO MUY SIMILAR AL DE PENTROVITA, PERO TENGO DIFICULTADES PARA QUE APAREZCA AQUÍ: FELICITO A MI QUERIDA AMIGA SOLCITO, Y A QUIEN ME PRECEDE, BESOS!!
ResponderEliminarJOTACET
Gracias queridos amigos!¡los amo!
ResponderEliminarMaravilloso poema dedicado a esos hombres. Pena que como todo lo que puede generar dinero, la historia empiece a convertirse en un circo y nos olvidemos de la situación real de las personas que viven de la mina.
ResponderEliminarPrecioso blog he tenido la suerte de encontrar.
¡Felicidades!