
El domingo me habló en sus silencios,
colgó de mi alma la espera,
el hueco del llanto ,
la luz verdadera
rozó mis quebrantos.
Los seres humanos
despojados muchas veces nos sentimos,
pero Dios nos trae sus regalos:
una vecina amable con quien dialogamos,
la niña que pasa y se queda a nuestro lado,
la brisa,el canto de los pájaros,
de Dios el misterio,
el saber que a pesar de todo¡andamos!.
Elsa Tébere