Esta vez la cápsula hacía el recorrido inverso,
ya no hacia el cielo,
iba al corazón de la tierra
donde treinta y tres corazones latían
acompasados , con el mismo temor
pero la misma esperanza.
Como un capullo que encierra vida
así la cápsula –capullo, va y viene
rescatando de la oscuridad,
llevando hacia la luz.
La madre tierra
está pariendo.
¡Y el mundo se alboroza!
Elsa Tébere
miércoles, 13 de octubre de 2010
viernes, 8 de octubre de 2010
Éramos cinco
Ondulaba la felicidad por ese aire
de la serrana quietud y de la hora
donde la juventud tocaba cada instante
y los hijos jugaban en la fronda.
Éramos cinco cual los dedos
de esa mano de amor que nos unía,
pero de pronto la perversa mano
de otro ser decidió arrancar su vida
la de ese hijo que hoy en la foto del ayer respira
el aire puro de ese día .
Por eso ayer,cuando vi a las madres
en La Plaza de mayo pidiendo por justicia
volví la mirada a este recuerdo para calmar
lo hondo de la herida.
Elsa Tébere
de la serrana quietud y de la hora
donde la juventud tocaba cada instante
y los hijos jugaban en la fronda.
Éramos cinco cual los dedos
de esa mano de amor que nos unía,
pero de pronto la perversa mano
de otro ser decidió arrancar su vida
la de ese hijo que hoy en la foto del ayer respira
el aire puro de ese día .
Por eso ayer,cuando vi a las madres
en La Plaza de mayo pidiendo por justicia
volví la mirada a este recuerdo para calmar
lo hondo de la herida.
Elsa Tébere
Suscribirse a:
Entradas (Atom)