( A Rocío)
Ombligo nudo
de la vida misma,
región del centro
de este cuerpo mío,
sobre tu marca
la luna dejó un beso
antes de que la luz
tocara mis sentidos.
... Ombligo puente
de sangres y de sueños,
camino circular
de los delirios,
nido de silencios
que acurrucan
la tenue y vacilante
piel de un niño.
Cuando Dios te pensó
hizo primero
a las manos
que atarían
en ti el hilo.
Ombligo al que Rocío L'Amar
le dio un poema
que fue el inspirador
de éste que escribo.
Elsa Tébere
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poeta, corazón de mi corazón, cabe en nuestros ombligos lo efectivo de la palabra hecha verso, cabe la lengua del futuro, lo silábico, lo fonético presente en tu poema.
ResponderEliminarme tardé en agradecer, pero tú sabes, nunca es tarde para acariciarte.
desde Chile, Ro
Catalina:
ResponderEliminarFelicito a ambas, a ti por ese bello texto que muy bien lo tiene merecido Rocío L'Amar, y a ésta, pues por fungir de vez en vez de alta musa en estas lides del alma. Soberbio!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino